lunes, 27 de agosto de 2007

¿Soluciones a la crisis política?

La presunta infiltración de dineros producto del tráfico de drogas en los debates políticos, unida a la presión de grupos armados irregulares para que electores en amplias zonas del país voten de una manera específica, ha generado entre otros efectos, propuestas de reformas al sistema político y electoral que vale la pena analizar serenamente.

Algunas voces incluso han llegado a plantear la revocatoria del mandato del Congreso de la República. La realidad, aunque quienes impulsan esta idea no lo compartan, es que en materia penal las responsabilidades son personales, el número de legisladores comprometidos en investigaciones no supera el 4% del total de quienes componen el Congreso, el fenómeno aludido afecta las elecciones de periodo anterior no del actual, y quienes salen del Congreso son reemplazados como lo ordena la Constitución Política.

La propuesta de revocar el Congreso tiene como propósito único, poner en riesgo las mayorías Uribistas que dominan el actual y por supuesto que una medida de tal tamaño afectaría la estabilidad económica y la confianza inversionista en un país cuya mayor necesidad es consolidarlas.

Proponen otras voces eliminar la circunscripción nacional para la elección de Senadores de la República. Hay que preguntarse ¿Eliminará ello la ingerencia de los dineros irregulares en las campañas políticas?, ¿Se abaratarán dichas elecciones?, ¿Se consolidarán feudos políticos departamentales?, ¿Se reducirán opciones para el elector?, ¿Reducirá o aumentará la representación de nuestros departamentos en el Senado de la República? Son ideas para analizar.

Se ha propuesto también que los partidos cuyos candidatos son infiltrados por dineros mal habidos pierden la curul en la respectiva cámara. Es idea novedosa de la senadora Gina Parody y sanción radical que obligaría a los partidos a poner más filtros a sus candidatos a la hora de confeccionar las listas de los mismos. Con ésta medida no sólo se perdería la curul sino que en ocasiones se podría perder el umbral y con ellos podrían perder la curul todos los elegidos. Por una sola curul cuestionada, se perdería el esfuerzo de toda una colectividad.

El debate apenas comienza y no se puede perder de vista que el germen del mal no es solo la conducta de quienes proceden de manera laxa en el plano político, sino la situación del país, agobiado por mafias, guerrilleros, paramilitares y delincuentes. A estos, las reformas políticas les hacen poca mella.

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