lunes, 27 de agosto de 2007

El TLC a debate nacional

El Presidente de la República convocó al Congreso Nacional a sesiones extraordinarias con el propósito de avanzar en el estudio de temas cruciales para el País: el tratado de libre comercio con los Estados Unidos, el plan nacional de desarrollo para los próximos 4 años, revisión de tenas para combatir los delitos que como el hurto agravado, el atraco a mano armada, el hurto de vehículos, la estafa, atentan contra la convivencia ciudadana; normas sobre competencia notarial y registro, y otras más que elevan su número a 26 proyectos de Ley que serán estudiados y debatidos a partir de ésta semana.

El TLC con los Estados Unidos, tiene importancia capital. Propósito fundamental del mismo es la búsqueda de un mercado mayor para nuestros productos. 300 millones de habitantes con un elevado poder adquisitivo y con una propensión cultural al consumo, no son nada despreciables para una economía que necesita crecer, como la colombiana. Solo vendiendo y posicionando nuestros productos en un mercado mayor podrán crecer nuestras industrias y nuestras empresas, y su crecimiento es absolutamente necesario para que demanden más mano de obra y generen nuevos puestos de trabajo. Este es un proceso indispensable para derrotar el desempleo.

La oposición enarbola banderas contra el TLC con Estados Unidos con el argumento que el TLC va en contra de los intereses del pueblo colombiano. ¿A qué pueblo se refieren? ¿Al consumidor raso? Precisamente la competencia generada por los productos norteamericanos que ingresen al mercado colombiano, a menores costos que los producidos aquí, favorecerá el bolsillo del consumidor raso.

El costo de la mano de obra en los Estados Unidos no puede competir contra la nuestra, he ahí una gran ventaja que permitirá a nuestras exportaciones sin aranceles a ese país, su competitividad.

Hay gran temor por nuestros agricultores, lo que es justificado. El propio Presidente de la República anunció 3 billones de pesos en ayudas para este cuatrenio, sin embargo, están sucediendo hechos que deben llamar la atención como el aumento extraordinario del precio de los cereales en los Estados Unidos, producto de la decisión de destinar amplias zonas maiceras en Estados Unidos a la producción de alcohol carburante. Es posible que algunas líneas de producción en Colombia en el sector agrícola tengan que cambiar por otras más competitivas.

El desafío del TLC no debe llenarnos de pesimismo, es una gran oportunidad de buscar parte importante de nuestro futuro.

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